martes, 23 de julio de 2013

Por qué no cocinar en metales

Por qué no cocinar en metales

No cocinar en metales tóxicos

Habitualmente no somos conscientes de la influencia que tienen los utensilios de cocina sobre los alimentos que cocinamos. Sin darnos cuenta, contaminamos nuestros alimentos en la propia cocina, con reconocidos tóxicos como metales pesados o productos sintéticos.

Este es un hecho aún más paradójico cuando se consumen productos ecológicos. Se compran estos alimentos porque nos certifican que no han intervenido productos tóxicos en ninguno de sus procesos de cultivo, crianza o elaboración y luego en casa van directos a una sartén de teflón, a una olla de aluminio o a una cazuela que posiblemente libera plomo.

La intoxicación con metales pesados sucede puesto que nuestro organismo no tiene sistema para eliminarlos.

Su acumulación produce una intoxicación lenta, insidiosa e inevitable. Para hacernos más conscientes del alcance de esta cuestión, he aquí un listado de materiales que forman parte de nuestro menaje habitual.

Acero inoxidable. 
El acero inoxidable es una aleación de hierro con carbono, a la que se añaden metales pesados en diferentes proporciones para obtener distintas características. El conocido acero 18/10 de las baterías de cocina o cuberterías significa que en su composición contiene 18 partes de níquel y 10 de cromo.

El acero inoxidable es bastante estable en contacto con los alimentos, pero libera pequeñas cantidades de éstos metales pesados a la comida, por lo que no deben utilizarlo personas con alergia a alguno de estos metales.

El más aconsejable es el acero quirúrgico ( T-304 ), ya que no es poroso, aunque siempre hay que tener cuidado con las ralladuras y deterioros de la superficie.

El acero japonés utilizado, por ejemplo, en cuchillos japoneses es una aleación de extraordinaria calidad, más ligero y de mayor dureza y que además no contiene cromo ni níquel.

Cobre
 Los “cacharros de cobre” son ideales para decoración pero nunca para cocinar en ellos. Para este uso podemos encontrar utensilios de cobre recubiertos de acero inoxidable. El cobre es el mejor metal conductor del calor, seguido por el aluminio, y suelen formar parte de los fondos difusores de ollas y cazuelas, pero no deben estar en contacto con el alimento.

En el caso de utilizar utensilios de hierro, aluminio o cobre al menos hay que tener en cuenta que no entren en contacto con sustancias ácidas ( vinagre, limón, frutas, tomates…), ya que la reacción química que se produce aumenta considerablemente los niveles de intoxicación por estos metales.

Teflón
Es un material sintético llamado PFTE (polifluorotetraetileno), inventado por la multinacional DuPont en el año 1938. Aunque la mayoría de nosotros loo conocemos como antiadherente de los utensilios de cocina, tiene múltiples aplicaciones: revestimiento de cables de aviones, formando parte en componentes de naves espaciales y de prótesis médicas, en componentes de motores trajes espaciales, lentillas, mangueras , pinturas, barnices, alfombras, membranas que impermeabilizan ropas, calzados, etc.

El peligro del teflón es debido al APFO ( ácido perfluoro octánico, también conocido como C-8) sustancia prácticamente indestructible y acumulativa. Se sabe que en el año 1961 DuPont ya conocía que el APFO se acumula en el cuerpo, no se descompone en el medio ambiente y causa dolencias en animales (cáncer endocrino y sanguíneo, esterilidad, hipotiroidismo, problemas en el hígado, malformaciones en fetos). A pesar de eso, continuó con los vertidos en aguas y atmósfera, por lo que se ha encontrado APFO en ríos, mares, plantas y animales (incluso osos polares, ballenas…), en alimentos y en la sangre del 95% de los estadounidenses y en personas de todo el mundo.

El APFO o C-8 es un material necesario para la adhesión de cualquier antiadherente a su base. La razón por la cual el uso de estas sustancia es peligrosa en el teflón es por que la superficie del teflón se deteriora rápidamente, no es estable y las partículas del teflón no tienen la dureza necesaria para evitar que el C.8 se volatilice. Si bien sus cualidades antiadherentes son buenas, no lo es su durabilidad. Por esa razón, han aparecido alternativas al teflón: antiadherentes más resistentes o que se aplican a temperaturas muy elevadas, con lo cual mantienen su superficie totalmente sellada.

Se habla de la emanación de productos químicos tóxicos, al calentarse el teflón por encima de los 160º, que pueden matar a un pájaro que se encuentre cerca. El APFO se encuentra también en bolsas de patatas fritas, palomitas, hamburguesas, etc. Un ex químico de DuPont ha asegurado que los alimentos contenidos en estos envases pueden absorber sustancias tóxicas.

 No se dispone de estudios en humanos con evidencias, aunque sí en ratas . DuPont sólo ha admitido la relación con tasas elevadas de colesterol y triglicéridos. No obstante, la agencia de Protección Ambiental de EE.UU. ha acusado a DuPont de ocultar información, por lo que ha pagado cuantiosas multas y compensaciones y las compañías que lo fabrican están obligadas a reducir el 95% de las emisiones de APFO en el año 2010 y a erradicar los rastros de APFO de todos los utensilios de cocina y de artículos que lo contienen y estén relacionados con alimentos.

Si se decide a utilizar utensilios revestidos de teflón, hay que tener cuidado de no someterlos a temperaturas elevadas (por ejemplo fritos, ya que la temperatura en el momento de agregar los alimentos es superior a 225º C. salteados y horneados) y desecharlos en cuanto la superficie sufra algún deterioro (ralladuras, roces, erosiones…)


Plásticos
 Los plásticos que encontramos en tantísimas aplicaciones de la vida diaria son todos altamente contaminantes en su producción, sólo una mínima parte son biodegradables y pocos son reciclables. 

Contienen sustancias que actúan en nuestro organismo como disruptores hormonales, es decir, que interfieren en las funciones de nuestro sistema hormonal y causan demostradas alteraciones (a las que son más sensibles los fetos y los niños), sobretodo los ftalatos, el estireno y el bisfenol A. Los encontramos en el recubrimiento interno de latas, botellas, biberones, envases..,.

 En contacto con los alimentos, una parte pasa a ellos, ya que ningún plástico es totalmente inerte. En la cocina deberíamos anularlos, o al menos no deberíamos calentar en ellos ni tampoco poner comida caliente, grasas, líquidos o ácidos. Además, hay que tener en cuenta que el más inestable de todos es el film de cocina. El polipropileno es el único plástico recomendado por la OMS para estar en contacto con alimentos, por su estabilidad tanto en contacto con ácidos como alcalinos y por su resistencia al calor.

Leer el artículo: "Cómo tienen que ser los utensilios de cocina para que sean seguros"


 Pedidos o consultas a:mejora-tuvida-hoy@hotmail.com

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