lunes, 15 de diciembre de 2014

Qué alimentos nos generan más hambre

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Qué alimentos nos generan más hambre

8 alimentos que nos generan más hambre

Algunos ingredientes y comidas nos dan más deseos de seguir comiendo que otros, como por ejemplo en el caso de los carbohidratos y las grasas. Aquí enumeramos ocho alimentos que siempre te dejan con ganas de más.

El hambre es la sensación de necesitar ingerir algún alimento.

Los alimentos son combustible, pero no todo lo que comemos tiene el mismo efecto en nuestro cuerpo. El efecto saciante de un alimento es una compleja interacción de factores mecánicos y hormonales.

Conocer cómo se comunica el intestino para alertar a su cerebro que usted tiene hambre de nuevo en respuesta a su última comida sigue siendo relativamente muy nuevo en las investigaciones médicas.

1- Pan blanco

La harina de trigo refinada no dispone de fibra, que permite un efecto saciante y dispara los niveles de insulina.

Los carbohidratos refinados (harina blanca, azúcares refinados, arroz blanco) pueden desencadenar antojos, no muy diferentes a los que experimenta un adicto con las drogas, según informo un estudio del 2013 en el American Journal of Clinical Nutrition. Mucho de esto se debe al jarabe de maíz de alta fructosa (otro de los ingredientes que dan hambre) que los compone.

Los investigadores especulan que esto no sólo puede activar el hambre, sino también los centros de recompensa y adicción en el cerebro, provocando que queramos más y más alimentos procesados.

2- Comida rápida

El azúcar, las grasas saturadas o trans (carne de vaca, aves, cerdo, leche entera, queso, manteca, helado) y la sal son los tres ingredientes base de cualquier comida rápida. Este resulta una combinación que provoca deshidratación y subidas de insulina que te generan ganas de comer nuevamente, aún después de haber terminado ya tu hamburguesa.

3- Comida china

El glucamato monosódico o E-621 (MSG) es una sustancia química añadida a la comida china para mejorar su sabor, pero puede causar un efecto yoyo en tus niveles de hambre. Según los investigadores de la Universidad de Sussex, Reino Unido, encontraron que las personas que comieron alimentos con este saborizante químico tenían un incremento importante de apetito una hora más tarde de haber comido.

Según otro estudio español, realizado por Jesús Fernández-Tresguerres, director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense en Madrid, indica que aumenta la voracidad en un 40%.

4- Chicles

Mascar chicle tiene un efecto que los científicos han descrito como "un engaño al estómago". Al masticarlo, generamos saliva que termina en nuestro estómago, el cual reacciona pensando que hay comida para digerir y, por tanto, activando la sensación de apetito.

5- Edulcorantes artificiales

Los endulzantes artificiales pueden engañar nuestro cerebro que codifica que estamos consumiendo azúcar cuando, en realidad, no es así. Esto provoca que un desajuste neuronal que podría estar relacionado con la sensación de hambre.

Los alimentos light por ende pueden provocarnos hambre, según indica un estudio, los edulcorantes pueden afectar la función del páncreas, y esto llevar a un descenso de glucosa, generando la respuesta normal del cuerpo traducido en hambre. Aunque faltan más investigaciones, lo más recomendado es que controlemos el consumo de productos dietéticos con edulcorantes y usemos los productos regulares en menor cantidad.

6- Jarabe de maíz de alta fructosa

El jarabe de maíz de alta fructosa se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados que usualmente consumimos como galletas, cereales, jugos comerciales, gaseosas, yogures enteros, comidas prehechas, snacks, mermeladas, kepchup, postres de bebe, alfajores, hamburguesas, salchichas, aguas saborizadas y muchos productos más.

Este ingrediente afecta el metabolismo y por ende afecta nuestro apetito, dando sensaciones de antojos difíciles de controlar. El jarabe de maíz de alta fructosa reduce la secreción de la hormona leptina en el organismo, encargada de activar la sensación de saciedad y avisarnos que es hora de parar de comer. Verifica en las etiquetas nutricionales de los alimentos la existencia de este ingrediente y trata de descartarlo de la dieta diaria.

7- Sal

Actualmente se discuten aún su efecto adictivo. Este condimento es el más popular a la hora de sazonar y también nos abre el apetito. Es importante usarla con moderación para evitar problemas de salud como la hipertensión y la retención de líquidos entre otros padecimientos relacionados.

8- Mostaza

Nos da un rico sabor pero también estimula la producción de saliva y ácidos gástricos lo que genera que se dispare el hambre!

Dato adicional: Los medicamentos y el hambre
Tomar medicamentos puede cambiar tu apetito.

Algunos medicamentos de uso regular afectan nuestra sensación de hambre. Este efecto secundario es raramente mencionado, cuando los médicos entregan recetas, tal vez porque no es peligroso para la vida y por lo general desaparece cuando se deja de tomar el medicamento.

Algunos ejemplos son ciertos antidepresivos (elevadores del estado de ánimo), antihistamínicos (pastillas para las alergias), diuréticos (medicamentos que hacen orinar con más frecuencia), esteroides (medicamentos que combaten la inflamación) y tranquilizantes (calmar las drogas).


También existen los reductores del apetito como algunos antibióticos, medicamentos contra el cáncer, medicamentos anticonvulsivos, medicamentos para bajar la presión arterial y bajar el colesterol.




Pedidos o consultas a:
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Como evitar subir de peso al dejar de fumar

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Como evitar subir de peso al dejar de fumar

¿Se engorda al dejar de fumar?

Hay factores que al dejar de fumar predisponen a ganar peso. 

Dejar el tabaquismo afecta a las hormonas, al sistema nervioso, al sentido del gusto y del olfato, a la capacidad de digerir y asimilar los nutrientes de los alimentos.

En el aspecto psicológico, influye en el padecimiento de ansiedad e insomnio que de alguna forma hay que combatir, y comer da la sensación de que se superan.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando se deja de fumar?

La nicotina es el componente más adictivo del tabaco. 

En la persona que fuma, dicha sustancia actúa disminuyendo su apetito, los movimientos musculares a lo largo de todo el sistema digestivo (en especial a nivel de estómago e intestino), necesarios para la digestión de los alimentos. Actúa también reduciendo la función de la vesícula biliar -almacén de bilis- necesaria para la asimilación de las grasas-, y de otras secreciones digestivas, lo que dificulta el aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos.

No sólo la nicotina, sino el resto de componentes del tabaco, actúan sobre nuestro organismo. Por ello, cuando se deja de fumar el cuerpo acusa una serie de efectos a distintos niveles, como son:

Aumenta el estrés y la ansiedad, por un estímulo extra del sistema nervioso (se produce más adrenalina) lo que puede conducir a comer más de lo debido, y sobre todo peor, o alimentos más calóricos y menos nutritivos.

Mejora el sentido del gusto y del olfato. Se disfruta más de lo que se come. Esto puede hacer que se coma más cantidad de alimentos de los que se está acostumbrado, haciendo la dieta más calórica.

La digestión y el aprovechamiento de los nutrientes es más eficaz. El consumo de tabaco se acompaña de una mayor secreción ácida en el estómago. Cuando se deja de fumar los niveles de estas sustancias ácidas se normalizan y mejora el movimiento de las paredes intestinales con lo cual aumenta la absorción de los alimentos y mejora su asimilación.

Aún así, si se lleva a cabo una alimentación adecuada y se realiza algo de ejercicio, dejar de fumar no implica que forzosamente se vaya a engordar.

Dieta al dejar de fumar

Este menú permite adquirir hábitos alimentarios saludables, ya que ha sido confeccionado considerando los criterios de una dieta variada y equilibrada.

 Establece un orden de comidas que evita picar entre horas y rompe con la monotonía.

Se compone de 5 comidas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. No es un menú hipocalórico que precisa de esfuerzo para superar la sensación de hambre. Es un menú para ayudar a no engordar, pero no ayuda a adelgazar.

Es importante no saltarse ninguna comida, ya que eso provoca llegar a la siguiente toma con mucha más ansiedad, lo que con frecuencia conduce a comer más de lo debido. 

Si por algún motivo resulta complicado disponer o tomar ciertos alimentos, se pueden sustituir por otros del mismo grupo (judías verdes por acelga, lenguado por merluza, etc.)

Trucos atener en cuenta

CANTIDADES A MEDIDA:
Las cantidades de cada plato son distintas según las particularidades de cada uno; teniendo en cuenta que las raciones medias para los primeros platos son 2 cazos, y 130-150 gramos para las carnes y los pescados.

PAN DIARIO:
Este menú incluye pan en comida y cena, y la cantidad que se propone en cada una de esas tomas es de unos 50 gramos (1 rebanada de 5 dedos de grosor del de barra). 

Si en el menú del día hay pasta o arroz o legumbre, es preferible reducir la cantidad que se sugiere de pan. 

La mejor elección es el integral, puesto que al ser rico en fibra aporta mayor sensación de saciedad.

AZÚCAR:
Puedes reemplazarlo por edulcorantes no calóricos como la sacarina..

ACEITE COMIDA Y CENA:
Se ha de utilizar con moderación.

 El aceite de oliva es más adecuado para freír porque aguanta más las altas temperaturas que los de las semillas - girasol, maíz, soja - pero en crudo pueden emplearse todo tipo de aceites. Eso sí, al tener un sabor más fuerte, el de oliva suele precisarse en menor cantidad que los de semillas, lo que supone menos calorías.

EN LA DESPENSA HAY QUE TENER:
Leche desnatada o semidesnatada, pan tostado, fruta del tiempo, lechuga, yogures desnatados, huevos, patatas, infusiones, soja, pasta, queso fresco, arroz.

LOS MENÚS VAN A CONTENER EN GRAN MEDIDA:
Verduras frescas o congeladas, fundamentalmente espinacas, acelga, tomate, puerro, brócoli y judías verdes y guisantes. Legumbres: lentejas y garbanzos. Pescado fresco o congelado, fundamentalmente merluza y bacalao. Pollo, conejo o pavo.

SE PERMITEN CAMBIOS SIEMPRE QUE SE RESPETEN LAS COMBINACIONES DE ALIMENTOS:
Si la receta no te gusta, o no se tiene tiempo o resulta compleja, se puede cambiar por cualquier otra pero se ha de estar atento en no cambiar los alimentos fundamentales. Nunca se puede cambiar la combinación de alimentos. Sí un pescado por otro, una carne por otra, o un tipo de ensalada por otra o por verdura, pero no se debe alterar la combinación. Si para comer toca ensalada y arroz, no cambiar el arroz por conejo, pero sí por pasta o patatas.

Cada vez que se sientan ganas de fumar, beber un vaso de agua. La nicotina es soluble en agua, por lo que es bueno beber abundante agua durante todo el día (al menos 6-8 vasos diarios).

Echar mano de alimentos que limpian el organismo

Haz acopio de frutas y verduras fáciles de comer y muy eficaces para combatir el apetito y la ansiedad como el apio, los espárragos fresco, peras y las manzanas.

Si se necesita, ayudarse de complementos dietéticos y diuréticos

• Cola de caballo
• Diente de león
• Ortosifón
• Vara de oro
• Gayuba

Además de agua se pueden beber infusiones como el té verde o el té rojo. O bebidas light u otras bebidas vegetales

No al chocolate

Cuando se sientan las ganas de dulce, optar por un yogur de frutas desnatado, unos biscotes que se toman junto con una mermelada sin azúcar añadido o un plátano. Son alimentos de agradable sabor dulce, menos energéticos que el chocolate y que aportan mayor sensación de saciedad.

Caramelos y chicles sin azúcar y regaliz de palo

También son útiles como sustitutivo del cigarrillo.

No al alcohol

Bajo sus efectos se pueden sentir de nuevo ganas de fumar. En caso de tener el hábito, se debe consumir con moderación. Limitar a 1 vaso ó 1 botellín pequeño la ingesta diaria de bebidas alcohólicas de baja graduación como cerveza o sidra o vino si eres mujer, o a 2 de dichas unidades, si eres hombre.

Moderar los estimulantes

Sustituir las bebidas y alimentos estimulantes -café, bebidas de cola, chocolate...-, por malta o descafeinado, infusiones relajantes, zumos, etc., ya que los estimulantes aumentan la ansiedad y pueden hacer que comas mayor cantidad de lo que necesitas en realidad.

Evitar condimentos fuertes


La mostaza, la pimienta, y el chile estimulan el apetito y crean hábito.







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sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Es necesario beber agua purificada?.

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¿Es necesario beber agua purificada?

Los peligros ocultos del agua potable

Las toxinas y microorganismo que hay en el agua potable son innumerables y pueden contribuir a agravar los síntomas de la alergia y de otras enfermedades.
Una investigación del New York Times, reveló que el agua del grifo causa erupciones en la piel y quemaduras, erosiona el esmalte dental, y a menudo, contiene arsénico, plomo, bario y otros químicos tóxicos. A esta misma conclusión llego otra investigación de Associated Press.

Según datos de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU (EPA), 1 de cada 5 escuelas investigadas violó la Ley de Agua Potable Segura durante la última década.

 La Dra. Susanne Bennett, experta en Alergias Naturales y defensora del Medioambiente, asegura que la eliminación de estas sustancias químicas del agua potable reduciría significativamente su carga tóxica interna y puede mejorar la capacidad natural del cuerpo para hacer frente a los síntomas de la alergia. En su libro, The 7 Day Allergy Makeover, recomienda seguir estos cinco pasos para eliminar de forma segura las toxinas, partículas y microbios del agua del grifo, y obtener cantidades adecuadas de agua purificada para reducir los síntomas de alergia y restaurar la salud.

Bebe sólo agua purificada

La ingesta de agua es esencial para la supervivencia humana pero el agua de grifo (e incluso la embotellada) contiene sustancias químicas, metales pesados, material nuclear y alérgenos potenciales. 

El agua purificada proviene de dos métodos de filtrado: destilación u ósmosis inversa. Ambas están desprovistas de minerales, lo cual no es dañino para la salud. Es cierto que los minerales son esenciales para el metabolismo celular, el crecimiento y la vitalidad; pero la mayoría se obtienen de los alimentos, no del agua. Basta con comer muchas verduras, frutas, frutos secos y semillas para una óptima mineralización.

Olvídate del mito de 8 vasos al día

El consumo de agua va asociado al peso de cada uno. Se debe ingerir la mitad del peso. Si sudas en exceso debido al ejercicio o la fiebre, o si consumes alcohol, café y otras bebidas con cafeína, debes aumentar la ingesta de agua porque estas bebidas son diuréticas, deshidratan las células y tejido, y no cuentan para la cuota de agua. 

En cuanto al modo de beber, no vale hacerlo de un trago, así te pasarás el día en el baño.

 Hay que beber lentamente para dar tiempo a las células a absorberla, y disminuir la necesidad de orinar. Tampoco conviene beber agua fría (refrigerada) o con hielo; es mejor tomarla a temperatura ambiente ya que es más fácil de digerir.

Reduce la contaminación del agua

Para ello debes instalar un sistema de Ósmosis Inversa que filtra el arsénico y el cloro, los dos productos químicos más comunes en el agua del grifo. Un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives demostró que es frecuente encontrar arsénico en el agua potable y que puede contribuir al cáncer de piel. La misma publicación descubrió subproductos de la cloración como los trihalometanos, que podrían contribuir al bajo peso al nacer, provocar el parto prematuro, defectos de nacimiento, defunciones fetales, y otros problemas adversos del embarazo.

El agua filtrada elimina todas las toxinas naturales y sintéticas, microbios, escombros y minerales. Es cien por cien pura, de alta calidad y tiene un gran sabor.Hasta que lo instales puedes comprar agua purificada, en vidrio (no en botellas de plástico). La etiqueta debe indicar que el agua ha sido filtrada y procesada a través de un sistema de ósmosis inversa.

Otra opción: Contratar a una empresa especializada que te haga una entrega mensual de agua filtrada mediante ósmosis inversa, no de manantial o agua fluorada.

Instala un sistema de purificación

"Lo mejor que puedes hacer por tu pelo cuesta menos de nueve centavos al día", dijo el Dr. Mehmet Oz en el programa de Oprah. "Poner un filtro de carbón en la alcachofa de ducha."La piel absorbe el agua cuando te lavas las manos o te duchas. 

Las toxinas pueden filtrarse a través de las células de la piel, provocando la activación y exacerbando los alérgenos. Bennett recomienda instalar un sistema de purificación para toda la casa, que se conecta al sistema de tuberías, filtrando el cloro, los productos químicos, las partículas y los microorganismos. Este agua no es para el consumo, sino para cepillarse los dientes, lavarse las manos, ducharse y lavar la ropa.

Si esto no es posible, compra un filtro de ducha y cambíalo dos veces al año. Evita el agua fluorada.

Además de en el agua del grifo, el fluoruro se esconde en numerosos productos como la pasta y los enjuages dentales, algunos medicamentos, hojas de té verde y negro, y bebidas como refrescos y jugos.

En Francia, varias estudios aseguran que existe una relación directa entre la presencia de residuos de medicamentos en el agua potable, el autismo y los trastornos del comportamiento.

Según explica el Dr. Pierre Souvet, presidente de la Asociación Francesa de Medicina Medio Ambiental (ASEF), “otras investigaciones demuestran que causa problemas de reproducción y de resistencia bacteriana”. Los especialistas han identificado varios culpables. Desde su fabricación y uso hasta su destrucción, el fármaco tiene múltiples oportunidades de interferir en el medio ambiente.

Sin embargo, la principal fuente de contaminación proviene de la gente ... Después de ser ingerido, el producto viaja - a través de la orina y las heces- hasta las plantas de tratamiento de aguas residuales, que no fueron diseñados para manejar este tipo de contaminación.

Pero el problema real no vendría de los fármacos ingeridos sino de los que no se consumen. "En Francia, sólo se recicla una cuarta parte de los medicamentos, de modo que cada año se tiran decenas de miles de toneladas de medicamentos no utilizados.

“¡Acaban en el retrete!", lamenta el Dr. Patrice Halimi, secretario general de ASEF. Entre ellos se encuentran antibióticos, antidepresivos, betabloqueantes, antiinflamatorios, agentes de contraste o anticonceptivos.

Lo ideal sería que todos los agentes de la cadena (médicos, farmacéuticos, pacientes...) fueran conscientes de esto y modificaran su conducta, mientras según Halime “hay que pensar en una nueva forma de consumir para tratar el problema en su origen, es decir, para reducir el número de medicamentos no utilizados”.


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