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lunes, 5 de septiembre de 2016

Cómo saber qué aceites son buenos y cuáles son malos



Cómo saber qué aceites son buenos y cuáles son malos

Aceites: Cuales son los Malos y cuales los Buenos

Lo primero que hay que hacer para saber qué clase de aceite está usando es leer la etiqueta del envase para saber los componentes de nutrición que posee.

Carmen Martínez, dietista registrada, experta en nutrición y salud, dice que la mayoría de los aceites para cocinar está compuesta de triglicéridos (TG). Un triglicérido es una unidad química compuesta de la combinación de una unidad de gliceril y de tres de ácidos grasos.

Otros aceites tienen una concentración aumentada de diacilglicerol (DAG), un componente natural de todas las grasas vegetales.

La diferencia entre ambos componentes está en cómo los metaboliza el cuerpo. 

Según Martínez, las DAG se almacenan menos en el cuerpo como grasa.

"Los triglicéridos son grasas más difíciles de quemar, aun cuando el cuerpo las guarda como reserva de energía", explicó la dietista.

Los aceites vegetales no contienen el tipo de colesterol que tienen, por ejemplo, las grasas saturadas o las llamadas "trans".

Cuando las grasas se consumen en exceso, la persona padecerá problemas de obesidad. Aunque no esté en esa situación, si no vigila qué tipo de grasas usa, su salud podría estar en riesgo.

De Grasas a Grasas

Hay una gran variedad de grasas, pero no todas son iguales.

Las grasas son la principal fuente de energía del cuerpo y ayudan en la absorción de vitaminas A, D, E y K.

Los alimentos tanto de origen vegetal como animal contienen grasas que, consumidas con moderación, son importantes para mantener una buena salud. 

La dietista recomienda identificar qué tipo de grasa contienen los alimentos que lleva a su hogar.

Entre las grasas están las naturales, las saturadas y los ácidos grasos "trans", conocidos también como hidrogenados.

Martínez, quien también es directora del Departamento de Nutrición y Ejercicios del Centro Clínico de Investigaciones de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (USC), explica que las grasas saturadas están en alimentos como la leche, la crema, manteca de cerdo y otros derivados animales y que son éstas las principales responsables de elevar el colesterol malo o Lipoproteína de Baja Densidad (LDL).

Los ácidos grasos "trans" o hidrogenados también contribuyen a elevar este tipo de colesterol.

Al seleccionar los alimentos, se debe leer la tabla de información nutricional y escoger los que tengan menos contenido de grasas saturadas, ácidos "trans" y colesterol.

Martínez recomienda mantener la ingesta de estos alimentos lo más baja posible y seguir una dieta saludable. Sin embargo, advierte, que no es práctico tratar de eliminar por completo estos componentes de la dieta, debido a que las grasas también son importantes para el cuerpo.

"Por eso, si una persona quiere bajar de peso, debe hacerlo bajo supervisión médica", comentó Martínez.

Aceites hidrogenados

Estas grasas son aceites que han sido procesados a través de un método de endurecimiento químico para aumentar la plasticidad de los líquidos a temperatura ambiente. Martínez pone de ejemplo la margarina que contiene grasa "trans".

La dietista explica que la transformación de esas grasas se hace cuando se agrega hidrógeno a los aceites vegetales, a eso se llama proceso de hidrogenación.

La hidrogenación retarda la caducidad y mantiene estable el sabor de los alimentos que contienen estas grasas. Es decir, aumenta el punto de fusión de la grasa y retarda la deterioración de un producto.

En varias investigaciones médicas se descubrió que consumir gran cantidad de grasas "trans" provenientes de productos hidrogenados puede provocar problemas de salud. 

La grasa parcialmente hidrogenada es una versión alterada y ajena de la saturada.

A partir de enero de 2006, todos los fabricantes de alimentos deberán incluir en su lista de productos la cantidad de ácidos "trans" que contengan éstos, aunque actualmente muchos de ellos ya tienen la inscripción en la etiqueta.

Con la adición de las grasas "trans' a la tabla de información nutricional, usted podrá decidir qué alimentos comprar y comparar las etiquetas.

Martínez señala que las etiquetas dan la cantidad en gramos de grasa, proteínas y carbohidratos. En ellas se ilustra la cantidad de grasa total, grasas saturadas, ácidos grasos "trans" y colesterol por porción de alimentos.

Martínez concluye que lo mejor es que no consuma grasas "trans", son mejores los aceites polisaturados y monosaturados.
 
Conviene identificar qué tipo de grasa contienen los alimentos que lleva a su hogar. Los expertos recomiendan evitar el consumo de la grasa conocida como 'trans'; son mejores los aceites polisaturados y monosaturados.

 







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mejora-tuvida-hoy@hotmail.com

lunes, 29 de agosto de 2016

¿Qué aceites comestibles son curativos?

¿Qué aceites comestibles son curativos?

Aceites comestibles Curativos

¿Qué propiedades medicinales y terapéuticas nos ofrecen estos aceites? Producen aumento en el rendimiento físico, incremento en  las defensas del sistema inmunológico, fortalecimiento de los huesos, mejora de la memoria, reducción del colesterol, mejora de la digestión y el tránsito intestinal por su alto contenido en fibra y lucha contra el envejecimiento.

También tienen la capacidad de resaltar muchas de las características sensoriales de los alimentos como el sabor, el aroma y la textura.

Los aceites vegetales que se comercializan como alimentos tienen 2 orígenes: una variedad muy grande se extraen de semillas vegetales, y otros de la pulpa de un fruto (la oliva).

En ellos abunda la grasa poliinsaturada (especialmente, ácido linoleico y, en ciertos aceites, linolénico; este último similar a la grasa del pescado azul). 

Los ácidos linoleico y linolénico son esenciales, han de incluirse cada día en la alimentación ya que el organismo no los puede producir por sí solo.

En nuestro cuerpo, las grasas poliinsaturadas producen los siguientes efectos cardioprotectores: reducen los niveles de colesterol total y otras grasas llamadas triglicéridos en sangre; reducen el riesgo de formación de coágulos sanguíneos (trombosis y accidentes cardiovasculares-cerebrovasculares) y producen vasodilatación (aumentan el diámetro de los vasos sanguíneos).

Características particulares de estos aceites

-Aceite de Coco para combatir la tiroides y sobrepeso

La comunidad médica reconoce el aceite de coco como herramienta de gran alcance contra enfermedades inmunes.

Se sabe que el aceite de coco puro natural (prensado en frío), no el aceite de coco hidrogenado que se ha alterado de su forma original, mejora la salud: levanta el metabolismo, que ayuda a la gente que está intentando perder el peso y aliviar el sufrimiento de problemas de la tiroides. 

El coco estabiliza los niveles de azúcar de sangre, ayudando con la diabetes.

-Aceite de Nuez refuerza la memoria y salud mental

Mejora la memoria y contrarresta el declive cognitivo asociado a la edad.

Los expertos comprobaron, en concreto, sus efectos protectores contra la muerte celular inducida del péptido beta-amiloide (Aß) y el estrés oxidativo celular. Este péptido es el principal compuesto de las placas seniles y los depósitos de amiloide cerebrovascular en personas con enfermedad de Alzheimer.

Es el más rico en ácido linolénico. 

Es un aceite de un sabor muy agradable. Se debe usar crudo. 

Es un aceite muy rico también en vitamina E y en ácidos grasos polisaturados.

Desde la antigüedad, se ha utilizado como antiparásitario intestinal y una vez enranciado, se ha usado como purgante.

-Aceite de pepa de calabaza para la próstata y sistema urinario

Posee un marcado aroma a frutos secos y se puede emplear para cocinar incluso postres, pero lo más habitual es consumirlo como condimento de ensaladas. 

Es beneficioso en el tratamiento de enfermedades de vejiga y próstata. 

En la medicina tradicional alemana se prescribe como remedio para infecciones del tracto intestinal y lombrices.

-Aceite de sésamo para el colesterol y los nervios

De sabor y aroma muy agradables. Contiene un antioxidante natural, sesamol, que lo hace muy estable y resistente a la oxidación. 

Es un gran reductor del colesterol y fortalecedor del sistema nervioso por su alto contenido en lecitinas y fosfatos.

Excelente contenido en calcio y zinc.

-Aceite de Chía protector cardiovascular

Posee una concentración mayor de Omega 3 respecto a otros aceites, aunque el de mayor es el de linaza, lo que aporta grandes beneficios en la protección de la salud cardiovascular, en el control del nivel de colesterol en sangre y además posee efectos antioxidantes.




 
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sábado, 30 de julio de 2016

Cómo distinguir los aceites buenos de los malos

Cómo distinguir los aceites buenos de los malos

Aceites: Cuales son los Malos y cuales los Buenos

¿Sabe qué clase de aceite está usando para cocinar? ¿Ha leído la etiqueta de sus componentes de nutrición?

Si por costumbre selecciona una determinada marca, lo mejor será que se detenga por un momento a leer de qué está hecho ese aceite antes de colocarlo en el carrito del supermercado.

Carmen Martínez, dietista registrada, experta en nutrición y salud, dice que la mayoría de los aceites para cocinar está compuesta de triglicéridos (TG). Un triglicérido es una unidad química compuesta de la combinación de una unidad de gliceril y de tres de ácidos grasos.

Otros aceites tienen una concentración aumentada de diacilglicerol (DAG), un componente natural de todas las grasas vegetales.

La diferencia entre ambos componentes está en cómo los metaboliza el cuerpo. Según Martínez, las DAG se almacenan menos en el cuerpo como grasa.

"Los triglicéridos son grasas más difíciles de quemar, aun cuando el cuerpo las guarda como reserva de energía", explicó la dietista.

Martínez también colabora para una compañía que acaba de lanzar al mercado el aceite Enova, un producto compuesto de soja y aceite de colza (canola) que el cuerpo almacena menos como grasa.

Los aceites vegetales no contienen el tipo de colesterol que tienen, por ejemplo, las grasas saturadas o las llamadas "trans". Cuando las grasas se consumen en exceso, la persona padecerá problemas de obesidad. Aunque no esté en esa situación, si no vigila qué tipo de grasas usa, su salud podría estar en riesgo.

La obesidad es una enfermedad que está generando una seria preocupación no sólo entre la comunidad médica, sino también en la política.

De acuerdo con los Centros Nacionales para Estadísticas de Salud y el Centro de Control de Enfermedades (CDC), el 64% de los adultos mayores de 20 años tiene exceso de peso o padece de obesidad. El 15% de los adolescentes de 12 a 19 años de edad tiene exceso de peso y en la misma situación está el 15% de niños en edades entre los 6 y 11 años.

Sólo cerca de un cuarto de la población adulta come alimentos saludables y las cinco o más porciones de frutas y verduras recomendadas diariamente.

En los últimos 10 años, la tasa de obesidad ha aumentado en más del 60% entre los adultos. Entre los niños, los porcentajes se han duplicado.

De Grasas a Grasas

Hay una gran variedad de grasas, pero no todas son iguales.

Las grasas son la principal fuente de energía del cuerpo y ayudan en la absorción de vitaminas A, D, E y K.

Los alimentos tanto de origen vegetal como animal contienen grasas que, consumidas con moderación, son importantes para mantener una buena salud. La dietista recomienda identificar qué tipo de grasa contienen los alimentos que lleva a su hogar.

Entre las grasas están las naturales, las saturadas y los ácidos grasos "trans", conocidos también como hidrogenados.

Martínez, quien también es directora del Departamento de Nutrición y Ejercicios del Centro Clínico de Investigaciones de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (USC), explica que las grasas saturadas están en alimentos como la leche, la crema, manteca de cerdo y otros derivados animales y que son éstas las principales responsables de elevar el colesterol malo o Lipoproteína de Baja Densidad (LDL).

Los ácidos grasos "trans" o hidrogenados también contribuyen a elevar este tipo de colesterol.

Al seleccionar los alimentos, se debe leer la tabla de información nutricional y escoger los que tengan menos contenido de grasas saturadas, ácidos "trans" y colesterol.

Martínez recomienda mantener la ingesta de estos alimentos lo más baja posible y seguir una dieta saludable. Sin embargo, advierte, que no es práctico tratar de eliminar por completo estos componentes de la dieta, debido a que las grasas también son importantes para el cuerpo.

"Por eso, si una persona quiere bajar de peso, debe hacerlo bajo supervisión médica", comentó Martínez.

Aceites hidrogenados

Estas grasas son aceites que han sido procesados a través de un método de endurecimiento químico para aumentar la plasticidad de los líquidos a temperatura ambiente. Martínez pone de ejemplo la margarina que contiene grasa "trans".

La dietista explica que la transformación de esas grasas se hace cuando se agrega hidrógeno a los aceites vegetales, a eso se llama proceso de hidrogenación.

La hidrogenación retarda la caducidad y mantiene estable el sabor de los alimentos que contienen estas grasas. Es decir, aumenta el punto de fusión de la grasa y retarda la deterioración de un producto.

En varias investigaciones médicas se descubrió que consumir gran cantidad de grasas "trans" provenientes de productos hidrogenados puede provocar problemas de salud. La grasa parcialmente hidrogenada es una versión alterada y ajena de la saturada.

A partir de enero de 2006, todos los fabricantes de alimentos deberán incluir en su lista de productos la cantidad de ácidos "trans" que contengan éstos, aunque actualmente muchos de ellos ya tienen la inscripción en la etiqueta.

Con la adición de las grasas "trans' a la tabla de información nutricional, usted podrá decidir qué alimentos comprar y comparar las etiquetas.

Martínez señala que las etiquetas dan la cantidad en gramos de grasa, proteínas y carbohidratos. En ellas se ilustra la cantidad de grasa total, grasas saturadas, ácidos grasos "trans" y colesterol por porción de alimentos.

Martínez concluye que lo mejor es que no consuma grasas "trans", son mejores los aceites polisaturados y monosaturados.

Conviene identificar qué tipo de grasa contienen los alimentos que lleva a su hogar. 

Los expertos recomiendan evitar el consumo de la grasa conocida como 'trans'; son mejores los aceites polisaturados y monosaturados.

¿Qué son las grasas Monoinsaturadas?

Estas grasas tienen la característica de ser menos estables que las grasas saturadas, y a la vez más que las poliinsaturadas, así este punto intermedio le otorgan ciertos beneficios de cara a la salud, Esta propiedad hace que estos ácidos grasos adquieran diferentes formas según la temperatura del ambiente

A temperatura ambiente se encuentran en estado líquido, mientras si se refrigeran adquieren aspecto sólido

Las dietas con alto contenido en este tipo de grasas, según la investigación, tiene los siguientes beneficios:

Disminución del riesgo de cáncer de mama

Reducción de los niveles de colesterol

Menos riesgo de sufrir un infarto

Pérdida de peso

Reducción del dolor en pacientes con artritis

Reducción de la grasa abdominal

La grasa Monoinsaturada regula funciones fisiológicas del organismo, entre estas, participar el correcto crecimiento y desarrollo en niños, mantenimiento de la salud del cerebro, óptimo funcionamiento del sistema nervioso central.

La grasa Monoinsaturada ayuda a mejorar la absorción de los nutrientes. Entre estos encontramos elementos esenciales, como las vitaminas liposolubles, A, D, E y K. Proporcionan energía y ayudan mantener el buen aspecto del cabello y piel.

Fuentes de grasas Monoinsaturadas

Entre las más comunes encontramos:

Aceite de oliva
Aguacates
Olivas
Almendras
Nueces de macadamia

¿Qué son las grasas Poliinsaturadas?

Este tipo contienen en su composición química más de un doble enlace de la cadena de átomos de carbono. Todos los ácidos grasos contienen una cadena de átomos de carbono e hidrógeno. Las saturadas, están “saturadas” de átomos de hidrógeno, donde cada átomo de carbono está unido a uno de hidrógeno.

Consumir gran cantidad de ácidos grasos saturados puede conducir a padecer ciertos riesgos para la salud. Los ácidos grasos insaturados no mantienen esos átomos de hidrógeno

Si las Monoinsaturadas son consideradas como las más saludables, a continuación vienen las Poliinsaturadas. Estos ácidos grasos aportan energía para los músculos, corazón y otros órganos. 

También intervienen en la formación de la membrana celular. Tal vez te suene el término de ácidos grasos esenciales, pues como su nombre indica, son sustancias que no produce el cuerpo, y que por tanto habrá que añadirlas a través de la alimentación.

Dentro de las grasas Poliinsaturadas existen 2 ácidos grasos esenciales:


Omega 3

Omega 6


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