Es posible que haya escuchado mucho sobre las grasas trans.
Estas grasas son notoriamente poco saludables, pero es posible que no sepa por qué.
Aunque la ingesta ha disminuido en los últimos años a medida
que aumenta la conciencia y los reguladores restringen su uso, las grasas trans
aún representan un problema de salud pública.
Este artículo explica todo lo que necesita saber sobre las grasas trans.
¿Qué son las grasas trans?
Las grasas trans, o ácidos grasos trans, son una forma de grasa no saturada.
Vienen en forma natural y artificial.
Las grasas trans naturales o de rumiantes se encuentran en
la carne y los productos lácteos de los animales rumiantes, como el ganado
vacuno, ovino y caprino. Se forman naturalmente cuando las bacterias en el
estómago de estos animales digieren el pasto.
Estos tipos generalmente comprenden del 2 al 6 % de la grasa
en los productos lácteos y del 3 al 9 % de la grasa en los cortes de carne de
res y cordero ( 1 , 2 ).
Varias revisiones han concluido que una ingesta moderada de estas grasas no parece perjudicial (3,4,5).
La grasa trans de rumiantes más conocida es el ácido linoleico conjugado (CLA), que se encuentra en la grasa láctea. Se cree que es beneficioso y se comercializa como suplemento dietético ( 6 ,7, 8 ,9).
Sin embargo, las grasas trans artificiales, también conocidas como grasas trans industriales o grasas parcialmente hidrogenadas, son peligrosas para la salud.
Estas grasas se producen cuando los aceites vegetales se
alteran químicamente para que se mantengan sólidos a temperatura ambiente, lo
que les da una vida útil mucho más larga (11).
RESUMEN
Las grasas trans se encuentran en dos formas: naturales, que
se encuentran en algunos productos animales y no se consideran dañinas, y
artificiales, que son aceites vegetales hidrogenados y tienen graves
consecuencias para la salud.
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