Cómo influye la actividad física en la obesidad
Obesidad y
actividad física
¿Cuáles son
los factores a tener en cuenta para lograr un mejor rendimiento físico?
Con la
actividad física constante se producen cambios en el funcionamiento corporal
general, entre ellos los más destacados son: aumento de la capacidad de
"quemar" la grasa celular; descenso de los niveles de triglicéridos,
aumento del HDL (conocido como colesterol bueno) y disminución de la presión
arterial.
Es
fundamental, cuando se analiza el metabolismo en el ejercicio, prestar atención
al funcionamiento de una hormona en particular, la insulina, con actividad
"anabólica", de construcción, que funciona favoreciendo la entrada de
los nutrientes circulantes a los tejidos, incluyendo los ácidos grasos. Al
entrenar se comprobó que disminuye la secreción de esta hormona, y por ende
también la captación y acumulación de grasa en los tejidos.
Los
beneficios de la actividad física en el tratamiento del sobrepeso tienen 2
pilares fundamentales, el gasto calórico del ejercicio propiamente dicho y el
factor psicológico que incluye una disminución del apetito que colabora en el
control de la ansiedad y el mejoramiento de la imagen corporal.
Beneficios
de la actividad física:
-
Disminución de la presión arterial.
- Aumento
de la capacidad pulmonar.
- Aumento
de la fuerza muscular.
- Aumento
de la capacidad aeróbica.
-
Disminución de la masa grasa.
-
Disminución de los niveles de triglicéridos.
- Aumento
de HDL.
-
Disminución de los niveles de insulina.
- Mejoría
de la relación del individuo con el propio cuerpo.
-
Modificación de la conducta alimentaria, con disminución del apetito, en
especial de la ansiedad.
Tipo de
ejercicio recomendable:
La
actividad debe ser preferentemente aeróbica (marcha, trote, gimnasia,
bicicleta, natación), la cual se recomienda practicar 3 veces por semana con
una duración de 30 a 40 minutos por sesión. Es importante avanzar gradualmente,
y conocer el límite propio.
Cada
individuo tiene consideraciones particulares para la elección del tipo de
actividad. Para evitar complicaciones, la persona debe ser evaluada por un
profesional. Generalmente el ciclismo y la marcha son bien tolerados en todos
los casos.
Conclusión:
La
actividad física es un pilar fundamental del tratamiento de los trastornos del
peso modificando la composición del cuerpo y el funcionamiento del metabolismo
y los sistemas, mejorando la relación con la comida y con el propio cuerpo. Por
ello es que desde esta mejoría se hace posible un tratamiento efectivo a largo
plazo que culmine con una modificación de los hábitos erróneos del individuo.
Pedidos o consultas a:
mejora-tuvida-hoy@hotmail.com
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