Cómo elegir el mejor chocolate para consumir
Cómo elegir el chocolate
Los beneficios del cacao no siempre se pueden observar en
los chocolates industriales…
Seguro que está cansado de oír hablar de las bondades del
chocolate, sin embargo, a la hora de ir al supermercado no siempre es fácil
elegir entre los porcentajes de cacao o las largas listas de ingredientes.
Aquí
te ofrecemos algunas pistas para facilitarle la compra del chocolate más
saludable, aunque los expertos recuerdan que las propiedades antioxidantes del
cacao no siempre llegan intactas al consumidor debido a los numerosos procesos
industriales al que es sometido hasta llegar a nuestro paladar.
Datos importantes
El chocolate más beneficioso para la salud es el que tiene
en su composición "mayor porcentaje de sólidos de cacao", explica el
catedrático Emilio Martínez de Victoria, director del Instituto de Tecnología
de los Alimentos de la Universidad de Granada. "La semilla del cacao
contiene las pepitas rodeadas de grasa, y ésta no contiene estos
antioxidantes", aclara este especialista.
Así que el consumidor deberá buscar en la etiqueta el
porcentaje de cacao sólido y no de manteca de cacao, y huir también de azúcares
añadidos o leche. "Las proteínas de la leche interfieren con el potencial
efecto saludable de los antioxidantes del cacao", añade por su parte
Alfonso Carrascosa, especialista en Biotecnología de los Alimentos del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Desde el punto de vista
de la salud, el chocolate más saludable es el chocolate negro, sin proteínas de
origen lácteo".
Negro, sin leche, ni azúcares añadidos… ¿Cuáles conservan
más propiedades antioxidantes?
Entre los compuestos fenólicos del chocolate destacan sobre
todo los flavonoides (como la epicatequina), con fuertes propiedades
antioxidantes, "pero que no actúan en presencia de las proteínas
lácteas", insiste el especialista del CSIC. Esos antioxidantes también se
encuentran en frutas, verduras, té, vino o aceite de oliva, por lo que
Carrascosa recuerda que no hay que considerar el chocolate "un
medicamento, y hay que tener en cuenta que todos sus beneficios son
potenciales". Además, esos nutrientes disponen de un cierto porcentaje de
biodisponibilidad, por lo que no pasan al cien por cien al torrente sanguíneo.
De hecho, algunos ingredientes del cacao (como las procianidinas) que sí han
demostrado beneficios en estudios in vitro, son prácticamente inactivas en el
organismo porque no son bien absorbidas por el intestino. Como explicaba
recientemente en una entrevista al diario The Washington Post Jo Ann Mason,
especialista de la Universidad de Harvard (EEUU) a punto de iniciar un estudio
sobre el chocolate, gran parte de los flavonoides del cacao se destruyen
durante el procesado industrial para fabricar el chocolate.
Una idea en la que coincide Roberto Verna, especialista de
la Universidad de la Sapienza (en Roma, Italia) y autor de Historia y Ciencia
del Chocolate (publicado en la revista Malasyan Journal of Pathology en 2013).
"El chocolate no es un fármaco y no debe ser considerado como tal. El
porcentaje de cacao es importante, pero no es el único factor a tener en
cuenta. La calidad del cacao, de dónde proceda y cómo se procese también
influyen", indica el investigador italiano. "Los flavonoides y las
vitaminas que le confieren al cacao sus propiedades saludables son
termosensibles, así que el proceso industrial para obtener una pasta de cacao
suave y fluida debe manejarse con cuidado".
Cacao como medicina
Los Incas y los Mayas consideraban el xocolat una bebida de
dioses, capaz de dar vigor y energía a sus soldados durante horas y cuentan que
Moctezuma podía llegar a beber docenas de tazas de cacao al día para aumentar
su virilidad.
Los estudios en los que los beneficios del cacao para la
salud han sido más evidentes se han llevado a cabo en poblaciones índigenas,
con un alto consumo diario de cacao (que no de chocolate industrial). Son
famosos los trabajos del doctor Norman Hollenberg, de la Universidad de Harvard
(EEUU) con los indios Kuma de Panamá, entre quienes se apreció un significativo
descenso de patologías cardiovasculares, cáncer, demencias y otras enfermedades
occidentales. Y como señalaba el propio Hollenberg en una revisión en la
revista Circulation "la mayoría de los efectos del cacao no son aplicables
al chocolate" -pese a que varios estudios han desvinculado este alimento
de la obesidad y los problemas de peso-.
Conclusión
A la hora de elegir en el supermercado, el consumidor
debería optar preferiblemente por chocolates sin azúcares añadidos, aunque como
admite Carrascosa es habitual que incluso en estos los fabricantes añadan algún
tipo de saborizante para restarle la sensación de amargor propia del cacao.
"Cuanto mayor es el porcentaje de cacao, mayor es el amargor", aclara
Martínez de Victoria.
--> Pedidos o consultas a:mejora-tuvida-hoy@hotmail.com
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