¿Qué ocurre si bebes Coca-Cola todos los días durante un año?
Esto es lo que ocurre si bebes Coca-Cola todos los días
durante un año.
Mantener un estilo de vida saludable puede reducir el
riesgo, por ejemplo, de padecer cáncer. La alimentación puede influir en la
aparición de esta enfermedad, que afecta a 2,66 millones de europeos cada año.
Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud acaba de presentar el
Código contra el Cáncer, en el que proponen 12 recomendaciones para disminuir
el riesgo de sufrir un tumor. Entre esas medidas, podemos citar una: limitar el
consumo de bebidas azucaradas. ¿Cuánto nos afecta tomar productos como Coca-Cola
o Pepsi?
Primera consecuencia: tu báscula lo notará
El consumo de bebidas azucaradas, entre las que destacan
especialmente las carbonatadas (como la Coca-Cola, entendiendo ésta como 'marca
genérica' de bebidas de cola), se relaciona con un inevitable aumento de peso.
Según estimaciones de 2014, la obesidad y el sobrepeso afectan ya a uno de cada
cinco niños en los países del área de la OCDE. La epidemia más grave de las
regiones desarrolladas está causada por dos razones: dietas ricas en grasas y
azúcares, una baja actividad física y la coca-cola
¿Por qué consumir Coca-Cola engorda?
Cada lata de 330
mililitros tiene cerca de 39 gramos de azúcar, lo que equivale aproximadamente
a 10 terrones.
La Coca-Cola Zero es, sin embargo, endulzada con aspartamo, que
logra el mismo sabor dulce con sólo 0,3 g.
La diferente densidad de las latas
es el motivo por el que una lata de Coca-Cola normal se hunde, mientras que una
Zero flota. ¡Hagan la prueba!
La razón por la que consumir Coca-Cola nos haga aumentar de peso
es sencilla: presenta un alto índice glicémico y un bajo índice de saciedad. En
otras palabras, en cada lata de este refresco hay demasiado azúcar, pero al
beberlo, no llenamos lo suficiente nuestro estómago, y seguimos teniendo
hambre.
En ese sentido, una revisión publicada en la revista
Nutrición Hospitalaria señaló la asociación entre el consumo de bebidas
azucaradas y el aumento de peso. Por ejemplo, la ciencia ya ha demostrado que
reducir una porción diaria de 355 ml de estos refrescos se relaciona con una
pérdida de peso de 0,7 kg.
En ese artículo se comenta una investigación
realizada en 2012, en la que participaron 224 adolescentes con sobrepeso y
obesidad de 14 y 15 años, que regularmente consumían bebidas azucaradas como la
Coca-Cola.
La mitad de los voluntarios tuvieron que abandonar los refrescos
durante un año, tomando en su lugar agua. El otro grupo no tuvo ninguna
restricción alimentaria. ¿El resultado? El aumento de índice de masa corporal
(la relación entre el peso y la altura) aumentó significativamente en los
jóvenes que siguieron bebiendo productos azucarados.
Los kilos de más que subimos gracias al consumo de Coca-Cola
se asocian también con problemas de salud, como la aparición de diabetes tipo
2.
Una investigación publicada en JAMA mostró la relación entre las bebidas
azucaradas y la aparición de esta enfermedad. ¿La causa? El aumento desmesurado
de calorías y la concentración de azúcares que se absorben rápidamente en
sangre.
En ese sentido, la tecnología puede ser una gran aliada a la
hora de realizar recomendaciones nutricionales. Recientemente científicos
desarrollaron una lengua electrónica, que permite determinar el índice
glicémico de estas bebidas, para así ayudarnos a cuidar nuestra salud y no
abusar de este tipo de productos.
Segundo efecto: ¿problemas para respirar?
Por sorprendente que parezca, recientes investigaciones han
apuntado que las bebidas azucaradas podrían estar detrás del aumento de la incidencia
de asma.
Este trastorno está caracterizado por los problemas para
respirar que sufren los pacientes. Sus vías respiratorias se hinchan y
estrechan, lo que hace que el aire tenga menos espacio por el que pasar,
apareciendo también cierta opresión en el pecho y la característica tos.
Las
bebidas azucaradas podrían estar detrás del aumento del riesgo de asma.
Tres estudios (en Suecia, Estados Unidos y Australia)
señalarían inicialmente a refrescos como la Coca-Cola como culpables del
aumento de asma en la población.
Posteriormente, una investigación realizada en
más de 2.400 niños de once años de edad demostró que el consumo de bebidas
azucaradas (zumos de frutas industriales y refrescos) se asocia con una mayor
incidencia de asma.
Los jóvenes que tomaban más de 21 vasos de estas bebidas
azucaradas o más de 10 vasos de zumo a la semana tenían un riesgo más alto de
sufrir este trastorno respiratorio. ¿Cuál es la razón? Según la investigación
publicada en European Journal of Clinical Nutrition, el motivo podría ser que
el aumento de azúcar favorezca la inflamación, tan característica del asma.
coca-cola
Bruce Blaus (Wikimedia)
Esta relación positiva entre el consumo de bebidas
azucaradas o zumos industriales con el asma ha sorprendido a muchos científicos.
De confirmarse en próximos estudios, la medicina contaría con una estrategia
preventiva para disminuir la incidencia de esta enfermedad respiratoria:
promover la reducción del consumo de azúcar en la población.
¿Afecta a nuestro cerebro?
A pesar de los efectos negativos que parece que producen
estas bebidas, es indudable la potencial adicción que causan. Tienen un buen
sabor, se consumen a bajas temperaturas y tienen ese refrescante toque que hace
que la Coca-Cola sea uno de los productos favoritos de la población.
El azúcar de estas bebidas provoca un cierto grado de
adicción.
¿Por qué nos gusta tanto consumir bebidas de este tipo?
La respuesta
está en que el azúcar, de una forma similar a las drogas o el sexo, es capaz de
activar unos centros nerviosos en el cerebro, aumentando el nivel de dopamina y
serotonina, a través de la vía mesolímbica dopaminérgica, responsable de la
adicción o craving.
Nos satisface beber estos productos azucarados, ya que
hacerlo nos produce una cierta sensación de placer. Cuanto más consumamos, más
estimulamos nuestro cerebro. La activación del sistema de recompensa por los
azúcares es de sobra conocida, ¿pero funcionan igual los edulcorantes
industriales?
La respuesta la encontramos en un artículo en The Yale
Journal of Biology and Medicine, que apunta que sustancias como el aspartamo,
considerado como seguro por la EFSA, pueden activar sólo parcialmente el
sistema de recompensa cerebral. ¿La consecuencia? Consumir Coca-Cola Zero (o
bebidas similares) podría incrementar nuestro apetito y necesidad de tomar más
azúcar, lo que a largo plazo puede provocar un aumento de peso inesperado.
Este aspecto no es el único efecto cerebral que provocan las
bebidas azucaradas. Una investigación realizada en University of Southern
California demostró en animales que el alto nivel de azúcar de estos productos
puede alterar una región del cerebro conocida como hipocampo. Estos cambios
tenían como consecuencia una modificación de procesos relacionados con el
aprendizaje y la memoria espacial en ratas. Necesitaremos más estudios para
comprobar si estos efectos son extrapolables a los seres humanos.
¿Envejecemos antes con estas bebidas?
Por último, cabe destacar una investigación publicada en
American Journal of Public Health, y reseñada en The Guardian, que muestra que
los efectos negativos conocidos hasta el momento podrían ser sólo la punta del
iceberg.
Y es que su estudio ha analizado los hábitos nutricionales
de más de 5.300 adultos entre 20 y 65 años. La relación entre el consumo de
bebidas azucaradas y su nivel de envejecimiento celular era alarmante. ¿Por
qué? Al medir los telómeros (que funcionan como capuchones de nuestros
cromosomas) comprobaron que sus relojes moleculares estaban adelantados una
media de 4,6 años más de lo que deberían.
coca-cola
El acortamiento de estos capuchones puede provocar, a medio
o largo plazo, la aparición de células cancerosas, ya que su función principal
es proteger al ADN. No obstante, es importante señalar que esta investigación
está en una fase muy preliminar, y que necesitamos más estudios que demuestren
la relación causa-efecto entre el consumo de bebidas como la Coca-Cola y el
envejecimiento celular.
En resumen, tomar demasiadas bebidas azucaradas puede
ocasionar serios perjuicios sobre nuestra salud. Además del consecuente aumento
de peso, consumir a diario productos como la Coca-cola puede llegar a provocar
la aparición de problemas como la diabetes o el asma. Reducir nuestro consumo
de estas bebidas nos permitirá mantener una vida saludable.
Pedidos o consultas a:
mejora-tuvida-hoy@hotmail.com