viernes, 27 de mayo de 2016

Cómo influye la actividad física en la obesidad

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Cómo influye la actividad física en la obesidad

Obesidad y actividad física

¿Cuáles son los factores a tener en cuenta para lograr un mejor rendimiento físico?

Con la actividad física constante se producen cambios en el funcionamiento corporal general, entre ellos los más destacados son: aumento de la capacidad de "quemar" la grasa celular; descenso de los niveles de triglicéridos, aumento del HDL (conocido como colesterol bueno) y disminución de la presión arterial.

Es fundamental, cuando se analiza el metabolismo en el ejercicio, prestar atención al funcionamiento de una hormona en particular, la insulina, con actividad "anabólica", de construcción, que funciona favoreciendo la entrada de los nutrientes circulantes a los tejidos, incluyendo los ácidos grasos. Al entrenar se comprobó que disminuye la secreción de esta hormona, y por ende también la captación y acumulación de grasa en los tejidos.

Los beneficios de la actividad física en el tratamiento del sobrepeso tienen 2 pilares fundamentales, el gasto calórico del ejercicio propiamente dicho y el factor psicológico que incluye una disminución del apetito que colabora en el control de la ansiedad y el mejoramiento de la imagen corporal.

Beneficios de la actividad física:

- Disminución de la presión arterial.
- Aumento de la capacidad pulmonar.
- Aumento de la fuerza muscular.
- Aumento de la capacidad aeróbica.
- Disminución de la masa grasa.
- Disminución de los niveles de triglicéridos.
- Aumento de HDL.
- Disminución de los niveles de insulina.
- Mejoría de la relación del individuo con el propio cuerpo.
- Modificación de la conducta alimentaria, con disminución del apetito, en especial de la ansiedad.

Tipo de ejercicio recomendable:

La actividad debe ser preferentemente aeróbica (marcha, trote, gimnasia, bicicleta, natación), la cual se recomienda practicar 3 veces por semana con una duración de 30 a 40 minutos por sesión. Es importante avanzar gradualmente, y conocer el límite propio.

Cada individuo tiene consideraciones particulares para la elección del tipo de actividad. Para evitar complicaciones, la persona debe ser evaluada por un profesional. Generalmente el ciclismo y la marcha son bien tolerados en todos los casos.

Conclusión:


La actividad física es un pilar fundamental del tratamiento de los trastornos del peso modificando la composición del cuerpo y el funcionamiento del metabolismo y los sistemas, mejorando la relación con la comida y con el propio cuerpo. Por ello es que desde esta mejoría se hace posible un tratamiento efectivo a largo plazo que culmine con una modificación de los hábitos erróneos del individuo.





Pedidos o consultas a:
mejora-tuvida-hoy@hotmail.com

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